5 curiosidades de los sueños| Sigmund Freud
02/10/2024 · Actualizado: 02/06/2025

- ¿Qué son realmente los sueños según Freud? 5 curiosidades que no te contaron en clase
- 1. Los sueños: ¿un rincón para lo que callamos?
- 2. Un lenguaje que no habla, pero dice
- 3. ¿Y si no recuerdas tus sueños? No te asustes
- 4. "Vía regia" no suena poético: suena a Freud
- 5. ¿Todos soñamos lo mismo? No exactamente
- Tabla resumen de curiosidades freudianas sobre los sueños
- Conclusión: ¿Soñar o interpretar?
¿Qué son realmente los sueños según Freud? 5 curiosidades que no te contaron en clase
Los sueños. Ah, ese terreno difuso entre lo real y lo inconsciente que exploramos con los ojos cerrados (y a veces con el alma a medio abrir). Desde que el ser humano empezó a preguntarse por qué sueña, ha surgido más de una teoría. Pero fue el doctor Freud quien dijo: "¡Un momento! Aquí hay más tela que cortar". ¿Una simple función cerebral? No, amigo. Más bien, un mensaje cifrado del subconsciente.
1. Los sueños: ¿un rincón para lo que callamos?

Para Freud, soñar no era perder el tiempo en imágenes sin sentido. ¡Para nada! Cada escena onírica sería algo así como un grito (silencioso) del alma. Deseos reprimidos, anhelos no confesados, impulsos de esos que la sociedad etiqueta como "mejor no". Todo eso se cuela por la rendija del inconsciente mientras dormimos.
Soñar que vuelas —que flotas como si MTV siguiera pasando videoclips— puede ser la representación de un deseo brutal de libertad. ¿Te suena conocido? Lo mismo con ese típico sueño en el que estás en un examen sin estudiar ni jota. Vaya pesadilla. Detrás, podría haber miedo al fracaso. O algo peor: inseguridad. ¿Te lo esperabas?
2. Un lenguaje que no habla, pero dice
Freud nos advirtió: los sueños no se interpretan como si fueran diálogos de telenovela. Más bien funcionan como acertijos. El objeto que ves, la persona que aparece, todo podría ser —o no— un símbolo. Un cuchillo no siempre es un cuchillo. Un recipiente puede sugerir contención... o feminidad. Sí, has leído bien.

Esto me recuerda a una vez que soñé con un ascensor que bajaba sin parar. Bueno, da igual. Lo importante es que esos símbolos no vienen de la nada. Salen del terreno emocional del soñador, como quien escoge ingredientes al azar y termina cocinando un guiso muy personal.
3. ¿Y si no recuerdas tus sueños? No te asustes
¿Sabías que la mayoría de nosotros olvidamos casi todos los sueños antes del desayuno? Freud lo sabía. Y no lo veía como simple olvido, sino como defensa. ¿Defensa de qué? De lo que no queremos enfrentar. Cosas que, al despertar, serían un poquito perturbadoras.
La mente no siempre registra todo lo que ve en el país de los sueños. Tal vez por eso, algunas imágenes se esfuman antes incluso de que suene la alarma. ¡ufff! Claro, hay mañanas en las que uno se despierta asombrado, con la sensación de haber vivido una película. Pero luego... ¿adónde se fue todo?
4. "Vía regia" no suena poético: suena a Freud
Freud usó una expresión elegante y directa: los sueños son la "vía regia" al inconsciente. No es metáfora barata. Para él, eran una carretera (con curvas) hacia lo que realmente sentimos y pensamos —aunque no siempre queramos admitirlo.

En su obra La interpretación de los sueños, dejó clarísimo que estos no eran tonterías nocturnas. No, señor. Eran señales disfrazadas, como postales del alma con símbolos en vez de palabras. ¿Si? Más bien... cuestionable pensar lo contrario.
5. ¿Todos soñamos lo mismo? No exactamente
Es verdad que ciertos sueños parecen universales: caer, estar desnudo en público, correr sin avanzar. Pero ojo: la interpretación no es igual para todos. Soñar que caes podría tener que ver con pérdida de control. O con una infancia cargadita de reglas. Vaya combinación.
Pero, como decía el viejo Freud, cada soñador es un mundo. Lo que para uno representa miedo, para otro puede significar alivio. Por eso, el análisis onírico —ese ejercicio casi detectivesco— requiere contexto, diálogo y, claro, un poco de paciencia. Como la frescura de la menta en un día caluroso, cada sueño tiene un matiz que no se repite.

Tabla resumen de curiosidades freudianas sobre los sueños
Curiosidad Freudiana | Interpretación clave |
---|---|
Sueños = Deseos reprimidos | Lo que no decimos, lo soñamos |
Lenguaje simbólico | Nada es literal en el mundo onírico |
Amnesia onírica | Mecanismo de defensa psíquico |
Vía regia al inconsciente | Acceso privilegiado a lo oculto |
Interpretación única por persona | Contexto personal es clave |
Conclusión: ¿Soñar o interpretar?
Soñar, según Freud, es como abrir un baúl cerrado con candado oxidado. Hay que tener las herramientas (y el valor) para ver lo que hay dentro. Los sueños no vienen de la nada, ni son tonterías que olvidas mientras tomas café. Son pistas, fragmentos, trozos de una historia que nos contamos sin saberlo.

Y en ese cuento nocturno, los símbolos hablan más fuerte que las palabras. Comprenderlos es como encontrar un viejo casete en el desván de la mente. Suena raro, sí, pero a veces trae respuestas. Y si no, al menos te hace pensar.
Porque si Freud tenía razón, entonces cada noche podría ser una oportunidad para mirar dentro. Aunque sólo sea por un instante, entre la almohada y el olvido.
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